Ecogenicidad: definición, guía y prácticas
La ecogenicidad está en el corazón de la ecografía. Este artículo explora sus distintos aspectos y subraya la importancia de tener en cuenta este factor en la interpretación de los exámenes médicos.

Imagen de un hígado realizada con un ecógrafo ultraportátil Sonoscanner
Definición de la ecogenicidad
La ecogenicidad corresponde a la capacidad de un tejido para devolver parte de las ondas ultrasónicas emitidas por la sonda de ecografía. Estas variaciones en la ecogenicidad dependen de cómo los tejidos permiten el paso o reflejan los ultrasonidos. Esto se llama impedancia acústica, que es simplemente la capacidad de los tejidos para frenar o no el paso de las ondas.
Así, las imágenes obtenidas muestran diferencias de claridad. Algunas zonas aparecen más blancas o más oscuras en la pantalla, según la manera en que los tejidos reflejan o permiten el paso de los ultrasonidos.
Los diferentes niveles de ecogenicidad
Los profesionales identifican cuatro niveles principales de ecogenicidad, que permiten diferenciar los tejidos y afinar el análisis diagnóstico
Ecogenicidad anecoica
Una zona anecoica aparece negra en la pantalla porque no refleja los ultrasonidos. Es característica de medios líquidos homogéneos, como un quiste o la vesícula biliar.
Ecogenicidad hipoecoica
Una estructura hipoecoica aparece más oscura que los tejidos circundantes. Esto indica una baja reflexión de las ondas ultrasónicas, típica de los músculos o de algunos órganos parenquimatosos.
Ecogenicidad isoecoica
Una zona isoecoica tiene una reflexión similar a la de los tejidos adyacentes, lo que hace que su identificación sea más sutil. Se requiere una atención especial para diferenciar las lesiones isoecoicas de los tejidos sanos.
Ecogenicidad hiperecoica
Una región hiperecoica aparece más clara, e incluso blanca, en la imagen. Resulta de una fuerte reflexión de los ultrasonidos, típica de calcificaciones, fibrosis o estructuras óseas.
Función de la ecogenicidad en el diagnóstico ecográfico
La ecogenicidad ayuda al médico a diferenciar los tejidos y a establecer un diagnóstico en imagenología médica. Le permite entender si una zona es normal o si existe alguna anomalía, como un nódulo o un quiste.
Por ejemplo: el hígado normal tiene una ecogenicidad homogénea, ni demasiado clara ni demasiado oscura. Cuando aparece un nódulo hiperecoico (más claro) en comparación con el resto del hígado, refleja los ultrasonidos con mayor intensidad. Algunos de estos nódulos son benignos (como los hemangiomas), pero se requiere un diagnóstico preciso.
La ecogenicidad también se utiliza para identificar los vasos sanguíneos y para monitorear las patologías vasculares mediante ecografía Doppler. Estos contrastes en las imágenes son indispensables para establecer un diagnóstico preciso.

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Normas y recomendaciones para la ecografía en Europa
A nivel europeo, la European Federation of Societies for Ultrasound in Medicine and Biology (EFSUMB) establece directrices sobre las buenas prácticas. Estas normas abordan:
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Los protocolos técnicos (frecuencia, modo Doppler, ajustes precisos).
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Los criterios de aceptabilidad de las imágenes (nitidez, contraste, fiabilidad).
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Los criterios diagnósticos (p. ej.: análisis de la ecogenicidad para identificar lesiones sospechosas).
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La formación y la evaluación continua de los profesionales.
La ecogenicidad es un parámetro fundamental para interpretar las imágenes en ecografía. Su comprensión profunda permite a los profesionales de la salud distinguir las estructuras normales de las anomalías patológicas.
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